El e-commerce en AL

El ecommerce en Latinoamérica ha experimentado un desarrollo productivo local notorio en los últimos años. El comercio electrónico, como se le conoce comúnmente en español, ha tomado fuerza en la región, brindando oportunidades tanto para los consumidores como para los emprendedores latinoamericanos.

En primer lugar, es importante destacar el papel que el desarrollo productivo local ha desempeñado en el crecimiento del ecommerce en Latinoamérica. A medida que más empresas y emprendedores han creado sus propias tiendas en línea, se ha generado un impacto positivo en la economía local. Esto se debe a que el ecommerce permite a las pequeñas y medianas empresas llegar a un mercado mucho más amplio, incluso más allá de las fronteras de sus países de origen.

En segundo lugar, más bien ligado a un tema de orden tributario, la formalización de negocios en Latinoamérica se ha convertido en un asunto crucial para el desarrollo económico y social de la región. La falta de formalización sea ésta por desconocimiento o la inmediatez a a cual el negocio informal da solución a la sobrevivencia diaria, sin lugar a dudas contrae consecuencias negativas, como la informalidad laboral, la evasión fiscal y la dificultad para acceder a financiamiento. Sin embargo, formalizar un negocio en Latinoamérica puede ser un desafío, ya que a menudo conlleva trámites burocráticos complejos, altos costos iniciales y regulaciones rigurosas. A pesar de estas dificultades, muchos gobiernos latinoamericanos han implementado programas y reformas para simplificar el proceso de formalización, fomentando así la creación de empresas legales y contribuyendo a la generación de empleo y al crecimiento económico.

Es importante destacar que la formalización de negocios en Latinoamérica también ha implicado la garantía de derechos laborales y la protección de los trabajadores, lo cual contribuye a mejorar las condiciones de vida de la población. Además, la formalización facilita la integración de las empresas en cadenas de suministro internacionales, lo que a su vez puede promover el desarrollo de sectores productivos en la región. En este sentido, es fundamental que los países latinoamericanos continúen promoviendo políticas que incentiven la formalización de negocios, a fin de fortalecer sus economías y promover un desarrollo sostenible.

Según datos de Statista en 2021, Brasil lideró la región con un valor de mercado de comercio electrónico de aproximadamente 27.3 mil millones de dólares, seguido por México con alrededor de 17.6 mil millones de dólares. Además, se estima que el comercio electrónico representó alrededor del 3.2% del PIB de México y el 2.7% del PIB de Brasil en el mismo año, lo que demuestra su importancia para las economías de estos países.

A pesar de este crecimiento, el comercio electrónico en Latinoamérica aún enfrenta desafíos como la falta de infraestructura logística, la desconfianza en los métodos de pago en línea y la necesidad de adaptar las estrategias de marketing a las preferencias de los consumidores locales. Sin embargo, con un aumento proyectado en la adopción de tecnologías digitales y la expansión de la conectividad en la región, se espera que el comercio electrónico continúe su expansión y se consolide como un componente clave del mercado minorista en América Latina.

La pandemia de COVID-19 también ha tenido un impacto acelerador en la adopción del comercio electrónico en Chile, con un aumento notable en la demanda de bienes y servicios en línea. Durante este período, se observó un cambio en los hábitos de consumo, con un mayor número de empresas incursionando en el comercio electrónico para adaptarse a las nuevas necesidades del consumidor.

Según cifras del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo de Chile, el comercio electrónico en el país ha mostrado un crecimiento sostenido, con un incremento anual promedio del 20%. Se estima que entre 2029 y 2023, el sector del comercio electrónico en Chile ha representado un porcentaje significativo del mercado minorista, impulsado por la penetración de Internet y la creciente confianza de los consumidores en las compras en línea.

Es de esta manera qué la Plataforma de negocios comunal Una Gran Avenida, apunta a la capacitación del comercio minorista para aportar al crecimiento desde la descentralización, visibilizando servicios y productos vendidos y/o con manufactura desde las Comunas.

Estamos comprometidos con una responsabilidad empresarial qué permita al mercado local, encontrar un crecimiento sostenible para atender las necesidades del consumidor comunal.

El ecommerce en latinoamerica llegó para quedarse y no solamente las instituciones públicas deben proveer las facilidades para qué los mercados minoristas no queden fuera de este juego, sino que también aquellas empresas que nos enfocamos en aportar soluciones integrales.

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